La obra preferida de Bach
La Misa en si menor es una obra compuesta por el creador alemán Johann Sebastian Bach, catalogada como BWV 232. En el legado de su hijo Carl Philip Emanuel Bach aparece como "Gran Misa Católica".
Estamos ante una de las partituras más elevadas, profundas, geniales y hermosas de toda la historia de la música. Una grandeza que surge de su sobrenatural y atemporal inspiración, de la sincera humildad de Bach expresada mediante un lenguaje de complejos y riquísimos dispositivos vocales, corales y orquestales y que a más de 250 años de escrita sigue sorprendiendo y emocionando al hombre contemporáneo.
Encierra en sus pentagramas no sólo el saber de toda una vida dedicada a la música, sino también la cultura y la forma de pensar de una época. Bach volcó en la Misa en si menor todos sus conocimientos y fue compilando a lo largo de 25 años los mejores momentos de su carrera, para legarlos a la posteridad dentro de un envoltorio nuevo y definitivo.
Integró en una sola partitura todas las corrientes compositivas históricamente disponibles, desde la más estricta polifonía renacentista hasta los más modernos estilos galantes. A pesar de su longitud y de la increíble variedad de fuentes y estilos que resume, la Misa en si menor es un prodigio de unidad estructural y esconde bajo la superficie un trabajo ciclópeo de adaptación y recreación musicales.
En sus 18 coros, 6 arias y 3 dúos se encuentra material original y movimientos ya escritos del compositor y reutilizados en esta obra nueva. La cronología de la misma no está muy clara, pero ciertos estudiosos proponen el año 1724 para la terminación del "Sanctus" como obra independiente, 1733 para la composición de la "Missa" (que constaría del "Kyrie" y "Gloria").
En los últimos años de su vida, Bach continuó escribiendo esta Misa y amplió los movimientos que había escrito hasta completarla. Hacia 1748 compone el "Symbolum Nicenum" y desde ese año continuó la ampliación de la obra con la escritura del "Sanctus", composición y escritura de los restantes movimientos desde "Osanna" hasta el "Dona nobis pacem". El "Agnus Dei" está tomado de una de las arias del Oratorio de la Ascensión (Cantata nº 11). Luego procedió a la encuadernación conjunta de todas las partituras.
En la lectura del testamento de Bach, el manuscrito original fue a parar a manos de C. P. Emanuel Bach y adquirido más tarde por Nägeli. El primer proyecto de edición data de 1816 por parte del editor Wesley. La primera interpretación pública en forma completa tuvo lugar en 1834/1835 por la Berliner Singakademie dirigida por Rundhagen.
La Misa en si menor puede ser considerada como el reflejo del pensamiento religioso de Bach, mediante el cual fue capaz de pasar por encima de las diferencias religiosas que aún desgarraban vastas regiones de Europa y mostrar un cristianismo que superaba la visión católica o la protestante, en una especie de ecumenismo que aparecerá muy posteriormente.
La Misa en si menor es uno de los íconos musicales de todos los tiempos, y
una de las obras más monumentales y significantes de la historia de la música. La Misa en si menor
es el testamento sinfónico coral de Bach.
Partes Tal como se acostumbraba en épocas de Bach, algunas partes corales serán asumidas por los solistas |
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SYMBOLUM NICENUM (Credo) |
Nuestra ejecución se orienta teniendo en cuenta las directrices que el mismo Bach plasmó en sus “esbozos” y en las partituras sobre el número de instrumentistas y cantantes, interpretación de adornos e indicaciones sobre tempo y dinámica. Es una versión historicista, con instrumentos de época.
La fuente básica para el número de voces e instrumentos preferido por Bach para sus obras sacras vocales y orquestales es su propio Esbozo Breve (Kurtzer, jedoch höchstnöthiger Entwurff) presentado al ayuntamiento de Leipzig a principios del S. XVIII. Allí especificó el tipo de orquesta y cantidad de instrumentos que consideraba óptimo, datos que La Bella Música respeta en esta ejecución.
Hay cuestiones básicas en este tipo de obras cuya importancia trasciende lo estrictamente musical: deben tenerse en cuenta el texto y su significado, y lo que está implícito en la partitura. Sólo así se manifiesta su grandeza única. Es una obra de conmovedora fe, signada además por el “Soli Deo Gloria” (“Solo a Dios sea la gloria”) que Bach colocó al final de la partitura.