Joseph Haydn
Rohrau, 31 de marzo 1732 - Viena, 31 de mayo 1809

Nació a 70 km de Viena; feliz, se desarrolló en un hogar modesto donde la música era motivo de alegría. Fue niño cantor en el coro de la iglesia y de la catedral de San Esteban de Viena. Tras un breve período como asistente del compositor N. Porpora, pasó a servir como maestro de capilla del conde Morzin. En 1761 se produciría un giro decisivo: el príncipe Paul Anton Esterházy, el más rico y distinguido de los nobles húngaros y apasionado de la música, lo nombró Maestro de Capilla (primero adjunto, luego titular) y con ese cargo alcanzó la libertad artística. Durante los siguientes veintiocho años compuso 5 misas, 11 óperas, 60 sinfonías, 40 cuartetos de cuerda, 121 tríos, 30 sonatas...

A la muerte del Príncipe en 1790 y frente a la decisión de su sucesor de disolver la orquesta de la corte, Haydn decidió instalarse en Viena. Ese mismo año, el empresario Salomon le ofreció un contrato para una larga gira de conciertos en Inglaterra. En Londres escuchó oratorios de Händel: lo conmoverían de tal forma que se dedicaría a componer su propia aproximación al género con La Creación, que La Bella Música recreó en 2003, y Las Estaciones.

Volvamos a 1786, cuando compuso la obra orquestal Las Siete Últimas Palabras de Nuestro Salvador en la Cruz por encargo de un sacerdote mexicano que vivía en España. Las "siete palabras" (en realidad, siete frases según los Evangelios) fueron recopiladas en detalle por primera vez por el monje Arnaud de Bonneval en el siglo XII; la finalidad de la música era ayudar a la meditación que realizaba la Hermandad de la Santa Cueva, una comunidad religiosa. Las Siete Palabras se hizo muy popular y fue publicada en Viena, París y Londres. Haydn hizo luego la versión para cuarteto de cuerdas, que llegó a ser aún más popular. Otro compositor escribió un arreglo para fortepiano, y Haydn dió su aprobación para publicarlo en Viena. En 1795, Haydn escuchó el arreglo para coro y orquesta de Friebert, basado en su partitura y un texto de Ramler, y decidió componer su versión sinfónico-coral; el barón van Swieten modificó el texto. En 1801 quedó definida la obra para coro, solistas y orquesta que conocemos ahora como la "versión de oratorio" de Las Siete Palabras y que disfrutaremos en esta velada. Haydn escribió una pieza instrumental para cada una de las frases, e incluyó dos más: Introducción y, al final, El terremoto.

Sus últimos años los vivió en Viena, entre el reconocimiento y el respeto de todo el mundo musical. En 1803 dirigió por última vez, a beneficio de un hospital: se despidió de la vida pública con Las Siete Palabras, obra que amaba profundamente.

Compilado por La Bella Música - 2006.